lunes, 6 de diciembre de 2010

REVOLUCION CUBANA



Después de las tendencias reformistas y autonomistas de notables pensadores criollos, como José de la Luz y Caballero y Félix Varela, los pensadores más progresistas del siglo XIX llegaron a la conclusión de que sólo la independencia de Cuba podría reivindicar a su población. A pesar de las advertencias de autonomistas cubanos (Rafael Montoro; Domingo del Monte) y de políticos y militares españoles como Práxedes Mateo Sagasta y Arsenio Martínez Campos, de la utilidad del status de Autonomía para Cuba, en aras de no perderla totalmente, el gobierno de Cánovas llevó a cabo una política empecinada y burocrática de extorsión y extremismo con la isla caribeña.
Una vez fracasada la Guerra de los Diez Años (1867-78), el pensamiento revolucionario cubano tomó una forma más acabada, con un sostén filosófico, ideológico y social mucho más profundo con el pensamiento y la acción organizativa de José Martí quien dedicó prácticamente toda su vida adulta a la lucha por la independencia. Martí creó el Partido Revolucionario Cubano (PRC) en Nueva York con el motivo de reunir cubanos con las mismas ideas y veteranos de la Guerra de los Diez Años. Tras muchos conflictos e intentos fallidos, finalmente se logró que comenzara la "Guerra Necesaria" como Martí llamó a la Guerra de Independencia de 1895-98. En 1898, ante un poder español cada vez más acosado en unos pocos núcleos urbanos, con la guerra francamente a favor del triunfo de los insurrectos, los Estados Unidos, con William McKinley como presidente, ordenan la intervención armada en el conflicto, indudablemente acelerando la total derrota de España en la guerra. Martí, quien había advertido con tiempo del peligro que entrañaban los Estados Unidos para Cuba y el resto de América Latina, había caído en combate el 19 de mayo de 1895. El 7 de diciembre de 1896 había caído también el Lugarteniente General Antonio Maceo, el otro dirigente y guerrero revolucionario. El General en Jefe Máximo Gómez, indiscutible líder militar de la Revolución de 1895, no se sentía autorizado, por su condición de dominicano, para dirigir los destinos de Cuba e impedir lo que estaba sucediendo ante sus ojos.
Los antecedentes generales de revolucionarios latinoamericanos remontan a la Revolución de Octubre en Rusia a raíz de la cual se crearon numerosos partidos de ideología socialista y comunista en todo el subcontinente. En Argentina se desarrolló la corriente del "socialismo espiritual", entre cuyos ideólogos se destacó el sociólogo y psicólogo social José Ingenieros.
El antecedente más inmediato de la Revolución Cubana se encuentra en lo que se denomina los Diez años de primavera (1944-1954) de Guatemala y en el gobierno de Perón en Argentina.
En 1944, un movimiento estudiantil encuadrado en el amplio movimiento de la Reforma Universitaria latinoamericana, derrocó al dictador Ubico e impuso un sistema democrático por primera vez en la historia guatemalteca, resultando electo presidente Juan José Arévalo. Arévalo, un educador formado en la Argentina que se adhería a una ideología que él denominaba "socialismo espiritual", inició una serie de reformas políticas y sociales. Su sucesor (elegido en 1951), el coronel Jacobo Arbenz, profundizó tales medidas y en 1952 inició un importante proceso de reforma agraria, que afectó seriamente los intereses de la empresa estadounidense United Fruit, que tenía sólidos lazos con la administración del presidente Eisenhower. Sosteniendo que se trataba de un gobierno comunista, Estados Unidos comenzó a operar entonces para desestabilizar al gobierno de Arbenz, culminando en un golpe de Estado al mando del Coronel Carlos Castillo de Armas. También tuvo una fuerte influencia en el pensar latinoamericano el gobierno populista de Juan Domingo Perón en Argentina, derrocado por un golpe militar.De hecho Castro estaba en Bogotá en 1948 promocionando un encuentro estudiantil peronista cuando participó en el llamado "Bogotazo" a la muerte de Jorge Eliécer Gaitán. La caída de los gobiernos de Jacobo Arbenz y Juan Domingo Perón llevó a amplios sectores nacionalistas de América Latina a abandonar la «vía democrática» para realizar reformas sociales y exacerbar los sentimientos contrarios al llamado imperialismo norteamericano. El antiimperialismo, una ideología con antiguas raíces en América, se convirtió entonces en una posición política generalizada en las fuerzas políticas de la izquierda latinoamericanas, con fuerte influencia y financiamiento de la URSS.



MOVIMIENTO DEL 68

Revolución de 1968, o simplemente el 68, es un término de gran éxito mediático, pero de difícil precisión historiográfica, incluso de debatida calificación como revolución.[
A veces se habla de ella como de un ciclo revolucionario (como el de la revolución de 1848 o la revolución de 1989), por la coincidencia temporal en el año 1968 del Mayo francés -que se suele considerar el epicentro del movimiento- con hechos y procesos similares.
Movimientos ligados a la revolución de 1968 pueden localizarse, entre otros países[2] en Estados Unidos (protestas contra la Guerra de Vietnam, especialmente las que tuvieron lugar durante la Convención Nacional Demócrata de 1968, el Movimiento por los derechos civiles -de más amplio recorrido, pero que significativamente sufrió ese mismo año el asesinato de dos líderes significativos: Martín Luther King y Robert Kennedy-, el Festival de Woodstock[3] -1969- y otros hechos y procesos relacionados), Checoslovaquia (Primavera de Praga, con su propuesta de socialismo de rostro humano quizá el desencadenante o precipitante[4] del movimiento parisino, mientras que su represión por los soviéticos significó una honda decepción en gran parte de la opinión progresista occidental), México (matanza de la plaza de Tlatelolco, coincidente con la celebración de los Juegos Olímpicos de México 1968) y España (algunos movimientos universitarios de oposición al franquismo, de mucha menor entidad). Otros países europeos sufrieron notables sacudidas un poco más tarde (el otoño caliente de 1969 en Italia, o las movilizaciones laborales de 1972-1973 en Gran Bretaña[5] ). La similitud de la Revolución Cultural china es menos evidente (estuvo dirigida desde el poder por el propio Mao, que dirigió una gigantesca movilización juvenil -Libro Rojo- contra sus enemigos dentro del aparato del Partido Comunista Chino) aunque sí se percibía como tal entre los grupos occidentales que pretendían inspirarse en ella.


EL GOBIERNO DE UNIDAD POPULAR EN CHILE

La UP se formó en diciembre de 1969 con motivo de las elecciones presidenciales de 1970, en reemplazo del Frente de Acción Popular. Estuvo conformada por el Partido Radical, Partido Socialista, Partido Comunista, el Movimiento de Acción Popular Unitario, el Partido de Izquierda Radical y la Acción Popular Independiente, incorporándose la Izquierda Cristiana y el MAPU Obrero y Campesino (escisión del MAPU) en 1973. Además contó con el apoyo de la central sindical nacional, la CUT (Central Única de Trabajadores). Los partidos políticos estaban representados en la Comisión Política de la UP. Para los simpatizantes independientes se formaron los CUP (Comités de la Unidad Popular) a nivel vecinal, de fundo, de servicio público y de fábrica.

Uno de los principales problemas fue la designación del abanderado de la izquierda, si bien Salvador Allende era el candidato lógico (tenía tres campañas presidenciales: 1952, 1958 y 1964). El Partido Socialista, presidido por Carlos Altamirano, líder del sector más radical a partir del Congreso de Chillán de 1967, no lo apoyaba completamente a pesar de formar parte de sus filas. El Partido Comunista había propuesto a Pablo Neruda. Al final ganó la candidatura de Allende el 22 de enero de 1970